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Viernes 23 de Septiembre. Valencia, Sigüenza

Sábado 24 de Septiembre. Sigüenza, Pelegrina, La Cabrera, Imón

Domingo 25 de Septiembre. Sigüenza, Medinaceli, Valencia

 


 

 

 


Viernes 23 de Septiembre de 2011. Valencia-Sigüenza.

 

 

A las 9.30 de la mañana recogemos a Ben y a Mila frente al Corte Inglés de la Avda. de Francia y nos encaminamos hacia el área de servicio de Monreal del Campo, donde almorzamos y nos encontramos con Antonio y Cris.
Tras reponer fuerzas nos  dirigimos hacia nuestro destino que es Sigüenza.
Por el camino nos desviamos por un camino rural para ver los alrededores y en Guijosa nos topamos con un Castillo. En la plaza Mayor se encuentra este castillo del siglo XIV, de propiedad privada, con una torre del homenaje central cuadrada, de gran tamaño.
Llegamos a Sigüenza y nos dirigimos a La Posada de los Cuatro Caños que está situada en la calle Valencia, una de las arterias principales de la ciudad. Es una casa rural cuyo origen es una casa rehabilitada del siglo XVIII.
Llamamos y viene el propietario Juan a entregarnos las llaves. Ya de entrada nos gusta el exterior y el entorno. Subimos a las habitaciones y Antonio y Cris se retrasan un rato en llegar. Toda la casa es una preciosidad en cuanto a decoración y confortabilidad.
Nos vamos a comer a la Taberna Seguntina, situada en la calle Mayor, muy cerca del Castillo. Comemos en la terraza que tiene en la parte trasera. A mitad comida se pone a llover con intensidad e incluso cae algo de granizo, pero a la hora de salir ya brilla el sol y no llueve.
Decidimos ir a dormir la siesta.
Nos vemos en el salón y nos dirigimos al centro de la ciudad. Aparcamos en la plaza del Obispo Don Bernardo, frente a la Catedral y la Plaza Mayor.
Visitamos la Catedral y nos enteramos del horario de las visitas guiadas.
Paseamos por la calle Mayor, visitando algunas tiendas, también por las  calles aledañas, parándonos en la Casa del Doncel. Es un edificio gótico con elementos mudéjares, casa natal de la familia Vázquez de Arce y de su vástago más conocido, el Doncel don Martín. Hoy en día está rehabilitada por la Universidad de Alcalá y es la sede del Archivo Histórico Municipal. En la Plazuela de la Cárcel a partir de mediados del siglo XV se instalaba el mercado semanal. A la izquierda de la plaza hay un conjunto de viviendas sociales que forman un ángulo con el edificio que fue el ayuntamiento antiguo. Llegamos hasta el Castillo donde nos deleitamos con la vista que se divisa desde lo alto de la loma en la que se encuentra. Hoy en día está muy rehabilitado y es un Parador Nacional.
Originariamente fue una ciudad romana, una ciudadela visigoda, la alcazaba musulmana y más tarde fortaleza de los obispos medievales.
Su origen es del siglo XII y se ha rehabilitado en varias veces en siglos posteriores. Por las Guerras Carlistas y la Guerra Civil quedó prácticamente destruido. Se conservaban los planos originales y se pudo reconstruir fielmente.
Allí hacemos una parada y en el patio del Castillo nos tomamos un refresco. Nos quedamos alucinados por la aparición de una chica con unos tacones de vértigo toda vestida de dorado en plan “Barbie quiero que me miren mucho”, que por poco no se cayó un morrón de tomo y lomo.
Desde allí nos encaminamos hacia el pueblo de Palazuelos, a 7 Km. de Sigüenza. Está rodeado por una muralla medieval y en un  extremo de la misma se levanta un castillo. Atravesamos una de las cuatro puertas de la muralla para acceder a la plaza principal, centro del pueblo. Es cuadrada y de grandes dimensiones. En el centro tiene los restos de una antigua picota.
Preguntamos a los lugareños si hay algún sitio para cenar y nos dicen que no. Así es que , como se ha hecho ya de noche, volvemos a Sigüenza.
Nos quedamos por la Alameda y cenamos a base de montaditos muy ricos en La  Esquinita.
Pero los postres los reservamos para tomarlos en El Atrio, cafetería y repostería famosa en la villa. Probamos las especialidades dulces, como los borrachitos, los doncelitos y las yemas. Está frente a la Catedral.
Hace una buena noche pero ya ha refrescado mucho. Nos volvemos al hotel y nos despedimos hasta mañana.

Sigüenza 2011
 
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Sabado 24 de Septiembre de 2001. Sigüenza-Pelegrina-La Cabrera-Imón-Sigüenza.

 

 

Bajamos a desayunar y nos ponemos ya en forma con un desayuno riquísimo: pan de pueblo tostado, mermeladas caseras, tomate rallado  recién cogido, bizcocho casero buenísimo acompañado todo ello con alguna delicia más. Tras llenar el estómago y hacer una pequeña sobremesa nos dirigimos a la zona de la Catedral donde visitamos en la Plaza Mayor un mercadillo medieval. Compramos unas pulseras, caramelos y unos grabados.
Se nos incorporan Antonio y Cris y vamos a visitar la Catedral.
Un sacerdote nos hace la guía explicándonos lo más relevante de la Catedral.
Es un erudito que enlaza datos históricos, religiosos, filosóficos, literarios y populares.
La Santa Iglesia Catedral Basílica de Santa María la Mayor tiene su origen en el siglo XII, después de la reconquista de la ciudad a los árabes por el obispo Bernardo de Agén, en tiempos de la reina Doña Urraca.
Es la tercera catedral construida en la ciudad. Las anteriores estaban en otras ubicaciones. Su construcción duró hasta el siglo XVI y su ornamentación llegó hasta el siglo XVIII.
Su planta es de cruz latina con tres naves. Las naves laterales tienen 17 mts. de altura. Las nave central tiene 27 mts. de altura y el crucero 37 mts.
Su fachada principal es románica y está situada en el lado de poniente, con adornos neoclásicos y barrocos. Tiene dos torres cuadradas y de aspecto recio.
Otra torre es la del Gallo del siglo XIV. Era una torre de la atalaya militar que avisaba de los peligros al cercano castillo.
Comenzamos por la Capilla del Doncel. Atravesamos una reja de mediados del siglo XVI con una portada plateresca.
A la entrada hay dos tumbas en las paredes, a la izquierda la del abuelo del Doncel y a la derecha la abuela.
En el centro hay un enorme mausoleo de los padres del Doncel, Don Fernando de Arce y Doña Catalina de Sosa. Está sostenido por leones.
El caballero, en su estatua yacente, tiene su cabeza apoyada en una corona de laurel, tiene una espada en sus manos y lleva una cruz grabada en su pecho. La mujer apoya su cabeza en un cojín y tiene un rosario entre sus manos. A los pies de ambos hay sendos perros, como símbolo de fidelidad máxima.
En la pared de la izquierda, al lado de su abuelo y en un plano más elevado se encuentra la tumba del Doncel, Don Martín Vázquez de Arce. Hay una hornacina con un arco de medio punto  y decoración plateresca, donde podemos observar la estatua de alabastro que representa al Doncel en una postura no yacente, algo recostado, con el torso levantado y las piernas cruzadas, sosteniendo un libro en actitud de leer. Destaca la perfección de la talla de la malla, de las venas de las manos y la expresión de la cara. Murió en el año 1486 combatiendo contra los musulmanes en la Vega de Granada.
Está representado en un descanso de su actividad militar, vestido con armadura y cotas de malla. Se puede observar el puño de una espada y un puñal en su cintura, con la cruz de Santiago en su pecho, de color rojo, frente al blanco del alabastro. A sus pies hay un niño o paje apenado por su muerte y un perro.
Al lado y en un plano aun más alto está la tumba de su hermano Fernando, consejero del rey Católico Don Fernando y obispo de Canarias. Él fue el impulsor de la construcción de esta capilla.
Nos acercamos a la Capilla Mayor, en el ábside, de construcción románica. Está dividida en 9 partes, formando 7 ventanales de arcos apuntados por donde entra la luz, orientada al este.
El Altar Mayor está presidido por un retablo de 1608.
La reja que cierra la capilla es de hierro forjado de 1633 en estilo plateresco. A ambos lados hay dos púlpitos. El de la derecha o de la Epístola está realizado en mármol blanco de estilo gótico, encargado por el Cardenal Mendoza a finales del siglo XV. Su base es una columna octogonal con un capitel corintio.
A la izquierda, el lado del Evangelio, hay otro púlpito de finales del siglo XVI, de estilo plateresco, con una planta octogonal con escenas representando la Pasión de Cristo. Lo soporta una columna de fuste estriado con un capitel jónico-corintio.
Desde fuera contemplamos el Coro, que data de finales del siglo XV y que sustituyó a otro anterior de alabastro que en principio estaba en la Capilla Mayor y luego pasó al Coro.
Tiene 84 asientos, en dos filas, de madera de nogal, de estilo gótico florido.
El órgano es churrigueresco. El organista se estaba preparando para tocar el órgano para la boda que se iba a celebrar.
Pasamos a la Sacristía Mayor a la que se accede a través de una puerta plateresca de 1573. Los dos batientes de la puerta son espectaculares, y fueron talladas por Martin de Vandoma. Representan santas vírgenes mártires. Su interior es rectangular  con arcos de medio punto adosados a los muros. En los huecos que forman se sitúa el mobiliario de la sala. Lo más espectacular es la bóveda de medio cañón completamente cubierta de casetones, en los que están esculpidas más de 300 cabezas representando personajes de la ciudad de los dos sexos y de todas las edades, siendo de diferentes tamaños.
El Trascoro es un conjunto ornamental de estilo barroco con grandes columnas de mármol negro, rojo y blanco. En el centro  se encuentra la imagen de Santa Maria la Mayor, patrona de Sigüenza, de origen románico del siglo XII. Es de madera policromada de ciprés. En el siglo XVI,  debido al mal estado en que se encontraba la imagen, la recubrieron de chapas de plata, que fueron retiradas en la última restauración de 1974, en que la dejaron lo más semejante posible a la original.
Frente a la imagen se estaba celebrando una boda.
Seguimos la visita en el Claustro, de forma cuadrada, con 40 mts. de lado.
Está en la fachada norte de la Catedral. De origen románico, tenía un techo de madera que se estropeó y más tarde se elevó su altura con ventanales ojivales góticos tardíos y ya con elementos renacentistas. En el centro hay un pozo, símbolo de la vida fértil rodeado de plantas aromáticas.
Tras finalizar la visita nos desplazamos andando por la calle Cardenal Mendoza para comprar cosas típicas comestibles de la zona. Tras un pequeño desbarajuste, en que nos separamos y casi cada uno iba por su lado, con los coches fuimos al restaurante El Motor. Como hemos llegado pronto nos tomamos unos refrescos y nos los acompañan con unos montaditos y unos torreznos naturales, que están para chuparse los dedos.
Luego pasamos al comedor para degustar un cabrito asado que nos habían matado dos días antes para orearlo.
Estaba delicioso y para completarlo, un plato variadito de dulce típicos.
Tras esta comilona era preciso dormir una siesta.
Por la tarde salimos de excursión.
Nos dirigimos hacia Pelegrina, cuyos paisajes son harto conocidos, ya que por aquí se rodó parte de los documentales de “Fauna Ibérica” de Félix Rodríguez de la Fuente.  Cerca hay un monumento en su honor. Hay que dejar el coche lejos para pasear por las hoces del Rio Dulce y además la gente del pueblo es muy antipática. Nos miran mal por intentar dejar el coche un poco más cerca y casi se soliviantan. Así es que nos vamos.
Seguimos hasta otro pueblo, La Cabrera, en el otro extremo de las Hoces.
Bajamos a dar un paseo, y como ya se va haciendo de noche no nos atrevemos a andar los 8 Km. de ida y vuelta.
Ahora nos dirigimos a unas salinas de origen romano que se alimentan de las aguas del rio Salado. Tiene una longitud de 44 Km. y desemboca en el rio Henares, que a su vez lo hace en el Jarama. Recibe este nombre porque pasa por zonas muy solubles y se carga de cloruro de sodio. En varios tramos hay salinas. Están hechas de rectángulos con el suelo pavimentado de guijarros y pasillos intermedios para la manipulación de las sal desde las orillas. En ellos se evapora el agua al aire libre y se recoge la sal que lleva disuelta el agua del rio Salado. Se explotaron de esta forma desde el siglo XII. El entorno está considerado como una microrreserva natural.
Luego entramos en el pueblo de Imón que está al lado de las salinas, en la ladera de un cerro. Al haber un rio lo rodea una vegetación abundante.
No viven más de 40 personas pero hay tres hoteles con termas, masajes, spas, etc., con las aguas del rio Salado. Los tres tienen un aspecto estupendo y va mucha gente de Madrid a pasar los fines de semana, ya que está a menos de una hora de camino.
Paramos en el bar del pueblo a tomar algo y nos volvemos a Sigüenza.
Vamos directos a cenar a El Atrio. Cenamos montaditos y huevos rotos con patatas, chistorra, jamón y chorizo, ideal para el régimen. Este fin de semana han sonado todas las alarmas, ya que hemos transgredido todas las normas. Para acabar la fiesta nos zampamos unos platitos variados de los dulces típicos, cargaditos a tope de azúcar.
Hace una noche fresquita y nos retiramos a dormir.

 
 
 
 

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Domingo 25 de Septiembre de 2011. Sigüenza-Medinaceli-Valencia.

 

Nos levantamos con un día espléndido. Desayunamos fuerte, hacemos las maletas y nos despedimos de Juan y de Sigüenza.
Salimos camino de Medinaceli.
Se encuentra sobre un cerro. Su origen es celtíbero, luego pasaron por allí los romanos y los árabes. Fue la frontera divisoria entre los musulmanes y cristianos.
Es un conjunto protegido, con calles laberínticas y estrechas.
Dejamos el coche y nos acercamos al borde  de la planicie para ver  la vista que desde allí se divisa. Luego vamos a ver el Arco Romano, cuyo origen se desconoce. Se sitúa entre los siglos I y III. Tampoco se conoce el motivo de su construcción. Podría indicar el linde entre dos zonas. Es el único de este tipo que hay en España. Nos hacemos las fotos de rigor y continuamos el paseo.
Pasamos por una plaza donde hay un mosaico protegido, de origen romano.
Entramos en una panadería artesana y compramos dulces, queso y polvo de setas para salsas. Mientras paseamos nos comemos una torta de manteca y azúcar, muy finita y crujiente, que está riquísima.
Llegamos a la Plaza Mayor, que era el antiguo Foro Romano. Allí se encuentra el Palacio Ducal del siglo XVI de estilo renacentista, que está en periodo de rehabilitación. También está el edificio de la Alhóndiga, antiguo mercado de granos o lonja.
Nos sentamos en el bar de la plaza y además vamos a la tienda de comestibles para comprar especialidades típicas y lotería, ya que nos han dicho que en los últimos años ha salido varias veces aquí. Charlamos con la cocinera del restaurante cercano y nos da ya el menú que va a preparar.
Como los valencianos lo corremos todo, Vicente se encuentra con un conocido en el mismo bar. Y además nos llaman para decirnos los amigos Javier y Posi de Madrid  que ya han recogido el perrito que nos regalan. Quedamos para ir a recogerlo la semana que entra.
Mila y yo nos vamos a pasear por los alrededores, pasando por los callejones más estrechos imaginables. Llegamos hasta la Puerta Árabe. Es la única que queda de la muralla árabe que se construyó sobre lo que quedaba de la romana.
Cuando llega la hora nos acercamos al Restaurante La Cerámica. Comemos viendo a la vez la carrera de Fórmula 1.
Tras tomar café nos dirigimos hasta el coche y nos despedimos. Volvemos por otra carretera, pasando por la vega del río Jiloca, tan fértil en frutales.
 A mitad camino paramos a descansar y tomar algo.  Continuamos hasta Valencia.
Llegamos a muy buena hora. Dejamos a Ben y a Mila frente a su casa y ya nos disponemos en casa a enfrentarnos a la nueva semana.
Hasta la próxima.....

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© 2011 Textos: Dulce Ballester. © 2011 Fotos: Vicente Bono. v.1.2