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Diario del viaje realizado entre el 30 de Diciembre 2008 y el 4 de Enero 2009

por los Pirineos Occidentales

 

Martes 30

Miércoles 31

Jueves 1

Viernes 2

Sábado 3

Domingo 4

 


Martes 30 de Diciembre de 2008

Nos levantamos con ilusión y sobre las 11 de la mañana emprendemos la marcha.
Desde no hace mucho tiempo hay una autovía nueva, la Mudéjar, que nos lleva hasta Zaragoza primero y luego hasta Huesca. La verdad es que es la carretera más solitaria y fea de todas las que conocemos.
En Huesca nos salimos de la autovía y cogemos la carretera nacional dirección a Ayerbe. Por aquí el paisaje cambia radicalmente y a ambos lados de la carretera hay bosques de pinos preciosos. Es una pena que estén infectados de procesionaria, tenían tantos capullos que parecían árboles de navidad decorados con bolas blancas.
Por el camino paramos a comer en un pueblo que se llama Espegadas donde, para nuestra sorpresa, nos encontramos con un restaurante de muchos tenedores llamado Venta El Sotón. Voy a explicar con detalle  todo lo que nos llamó la atención.
Los Servicios decorados con velas encendidas, música de fondo de Enya cantando canciones navideñas y cepillos de dientes y pasta para los clientes. A la salida me estaba esperando un camarero para acompañarme a la mesa.
Mientras te preparan la comanda, sirven un aperitivo de la casa y una selección de 5 aceites diferentes con un pan especial para mojar y elegir el que más nos gusta.
Tras los platos elegidos, servidos de forma admirable y profesional, acompañados de una gran variedad de tipos de panes llegan los postres y como ya estamos llenos, no pedimos nada. Pero con el café nos sacan un combinado de delicatessen de chocolate, y tejas de caramelo y almendra que eran para chuparse los dedos. Además por si algún cliente no lleva gafas, tenían una colección de gafas de farmacia para suplir las carencias.
Tras esta comida suculenta seguimos viaje. Llueve y chispea un poco. Paramos en un paraje muy bonito a hacer fotos del río Gállego encajonado y hacemos también fotos a los mallos de Riglos y los de Agüero, a un lado y a otro de la carretera.
Llegamos a Hecho y damos una vuelta caminando por el pueblo. Está muy bonito y ha crecido, pero no lo han destrozado con modernidades.
Vamos al hotel Lo Foratón y descargamos las maletas. Justo al lado del hotel hay una tienda y compramos un mapa a escala grande de los Pirineos. Nos subimos con el coche por un camino forestal hasta llegar a una Borda, llamada Bisáltico, con una zona de acampada y apartamentos para alquilar. Nos tomamos unos refrescos y empezamos a estudiar el mapa para decidir las rutas de los siguientes días.
Tras nuestra primera excursión nos bajamos al Hotel a cenar y luego a descansar que llevamos muchas horas dando vueltas.


Miércoles 31 de Diciembre de 2008

Desayunamos en el Hotel y pasamos por la tienda a comprar un cuadro de una puerta típica de Hecho y nos subimos hacia la Selva de Oza, pasando por la Boca del Infierno. El camino está nevado aunque hay surcos de otros coches que han pasado antes. Este recorrido siempre nos impresiona por la belleza del paisaje, los carámbanos helados que caen de la montaña y el cañón que forma el río tan estrecho y profundo.
A mitad camino nos tenemos que volver porque la carretera se ha cortado por la caída de unos carámbanos muy grandes que han bloqueado el camino y es peligroso intentar pasar por encima por su altura y que pueden rasgar las ruedas. Al bajar nos encontramos de cara con los forestales y les decimos lo ocurrido. En una explanada esperamos a ver si los forestales logran abrir el camino. Conocemos a un matrimonio valenciano que es forofo de esta zona desde hace muchos años y están hospedados en la pensión de Gaby.
Queda el camino libre y logramos subir hasta la Selva de Oza, justo hasta el camping.
Hay dos chicos con dos perros. Los pobres chuchos están de nieve hasta las narices y  no se deciden a andar más sobre el hielo.
Volvemos atrás y entramos en el pueblo de Siresa, que es muy bonito, está muy bien conservado y tiene unas vistas espectaculares del valle. No conseguimos ver el Monasterio porque está cerrado. Hay un número de teléfono en la puerta para avisar si alguien quiere visitarlo, pero no nos contestan.
Continuamos haciendo la ruta de los pueblos cercanos a Hecho, primero Urdués, luego llegamos al refugio de Lizara , con una carretera preciosa de acceso, que está dedicado al esquí de fondo. Bajamos a Aragües del Puerto y paramos en Jasa. Nos llama la atención los remates de las chimeneas, que se llaman espantabrujas.
Comemos y volvemos a Hecho. Nos acercamos a saludar a la dueña de la pensión de Gaby, donde nos alojamos las otras veces que anduvimos por Hecho. Nos reconoce y nos alegramos mutuamente de reencontrarnos. Quedamos para cenar mañana allí.
En el Hotel descansamos y enviamos los mensajes por teléfono de felicitación de Fin de Año. A la vez buscamos hotel en Canfranc para  pasar un par de días más por las montañas en otra zona.
Nos arreglamos y nos bajamos para el comedor, aun no está preparado y nos tomamos un refresco en el bar.
A las 10,15 ya entramos en el comedor con una copita de fino. Nos sientan en una mesita de dos, junto a otra igual, de un matrimonio de Barcelona que está alojado en el Hotel. El resto de los 90 comensales son grupos y pandillas del pueblo que tienen la costumbre de pasar el Fin de Año en el Restaurante del Hotel.
De picar hay un plato de ibéricos. Luego nos sirven vieiras gratinadas, que están muy buenas.
De segundo plato nos ofrecen un besugo relleno de tomate y limón  al horno con una salsita de cebolla muy rico. A pesar de ser 90 personas, cada plato sale caliente y recién hecho.
Para rematar, y por si alguien se ha quedado con hambre, nos sacan un solomillo de ternera grande, a la plancha con una salsa de setas y compota de manzana. También estupendo.
De postre un poco de una tarta muy buena y cava y bebidas  a discreción. Nos dieron unas bolsas de cotillón muy divertidas pues había una variedad increíble de tipos de sombreros y de globos, lo que hizo que se hincharan todos y volaran por el restaurante sin parar.
Salió el cocinero con dos tapas de cazuelas a modo de platillos para dar las horas y tomarnos las uvas.
Estuvimos un rato en el jolgorio y al llenarse de humo el local con los puros y demás, nos retiramos y nos dimos un paseo por los alrededores antes de irnos  a dormir.


Jueves 1 de Enero de 2009

Bajamos a desayunar y ya habían recogido un poco el desmadre de anoche. En el bar estaban los mozos todavía sin acostarse y comiendo huevos con chorizo, para empezar bien el año.
Hoy vamos en dirección a la zona oeste de donde estamos y tenemos que dar una vuelta tremenda para llegar a Ansó, ya que los 6 kms. que separan Hecho de Ansó por una carretera, que están rehaciendo nueva y aun no está terminada, se convierten en 40 por una carretera infernal, estrecha y llena de curvas, aunque hay zonas muy bonitas como la Foz de Brines.
Lo más curioso del recorrido es que nos encontramos varios rebaños enteros de ovejas sueltos, sin pastor ni perro, que deambulaban con total libertad por la carretera, con el consiguiente  riesgo para los animales y para los coches, ya que aparecían de cualquier parte y corriendo en todas direcciones.
Pasamos Ansó, que es muy bonito y seguimos camino hacia Zuriza de donde parte una carretera nevada hacia el refugio de Linza que se encuentra a 1340 m de altitud. Aquí también se practica el esquí de fondo.
Volvemos a Zuriza y nos encaminamos al Valle del Roncal, del que somos forofos desde siempre. Subimos el puerto de la Belagua y llegamos hasta el merendero de Juan Pito, que está cerrado y tiene un mirador espectacular con toda la vista del valle a nuestros pies.
Seguimos subiendo por la montaña nevada y llegamos a la curva helicoidal  que la han arreglado. Por primera vez en nuestra vida podemos llegar a Francia por la Belagua abierta por los quitanieves. En la frontera hay una pequeña estación de esquí alrededor del Pico Saint Martin muy tranquila y preciosa con vistas a los dos valles, el español y el francés. La cima del puerto está a 1802 m. de altitud.
De bajada paramos en una quesería artesanal y está cerrada por haber agotado las existencias.
Seguimos hasta Isaba y preguntamos donde podemos comer y nos envían a un hotel nuevo que está a las afueras del pueblo. Comemos bien y nos reímos un montón con tres mozos que han venido a comer sin haber dormido todavía y uno de ellos nada más empezar a comer se durmió, muerto de cansancio. Los amigos y el resto de la gente no hacíamos más que meternos con lo flojo que estaba, para ser un chico del norte.
Seguimos bajando y al pasar por el Roncal preguntamos si había algún  sitio abierto para comprar queso. Nos remiten a la quesería por si había alguien de guardia, pero no tenemos éxito.
Volvemos a Hecho y descansamos un rato. Empiezo a preparar las maletas.
Nos arreglamos y nos vamos a cenar a Casa Gaby. Charlamos con ella y el sobrino y cenamos de maravilla.
Después nos damos una vueltecita por el pueblo y luego nos vamos a dormir.


Viernes 2 de Enero de 2009

Nos levantamos, terminamos de cerrar las maletas y nos bajamos a desayunar. Charlamos largo y tendido con el dueño del Hotel sobre los suministros de los alimentos, el cocinero y dueño del nuevo restaurante El Cantere en Hecho y de muchas otras cosas.
Después de pagar y despedirnos nos informa de por que están las macetas de la puerta llenas de naranjas incrustadas en la tierra y es para que los muchos gatos que hay por la zona no se refugien en ellas y destrocen las plantas.
Vamos a la carnicería del pueblo, que nos recomendó Pepo de Casa Gaby, a comprar quesos y embutidos de la zona. Hacemos las últimas fotos del pueblo. Hoy hace mucho frío, sobre todo helor, ya que hay niebla.
Emprendemos camino hacia Somport. Llegamos a lo alto del puerto que está a 1640 m de altitud y pasamos a Francia. Volvemos atrás y nos dirigimos a la estación de esquí de Astún. Es enorme y está muy alta con mucha nieve, pero la cantidad de coches era impresionante. Mucho antes de llegar a la propia estación ya no dejaban pasar a los coches. Los ocupantes tenían que dejar el vehículo allí aparcado y con todos los trastos subir a un autobús gratuito que les llevaba a los remolques y telesillas. A nosotros nos dejaron pasar con la tarjeta de minusválido que llevábamos.
Luego de hacer un montón de fotos nos dirigimos a la estación de Candanchú que es más pequeña y más antigua.
Nos bajamos hasta Villanúa a comer  y después atravesamos el túnel de Somport, que mide 8.608 m de longitud. Pasamos de nuevo a Francia y nos damos la vuelta, pasando otra vez por el túnel.
Hemos tenido hoy mucha suerte, ya que hace un sol espléndido y con mucha visibilidad.
Llegamos al Hotel Sta. Cristina de la Estación de Canfranc. La habitación está muy bien. Descansamos un buen rato. Nos bajamos a dar una vuelta por el Hotel que tiene Spa, gimnasio y un montón de salones para que los esquiadores allí alojados puedan distraerse después de descansar un poco tras bajar de las pistas. Había juegos, libros, Internet y más cosas para pasar el rato.
La hora de la cena es temprano y nos quedamos a cenar en el Hotel.


Sábado 3 de Enero de 2009

Desayunamos y salimos a la calle. Hoy hace mucho más frío. Estamos a -1,5º. No paran de subir coches a las pistas.
Hace un sol espléndido y nos dirigimos a Panticosa.
Entramos en el pueblo que es pequeño y con empinadas calles. Hay mucha gente deambulando. Llegamos al final del pueblo, donde hay un aparcamiento y se accede a un telecabina para subir a las pistas. Estoy un poco constipada y no bajo del coche. Vicente si lo hace y toma fotografías del lugar.
De allí nos subimos al Balneario de Panticosa. La carretera está igual de estropeada que siempre pero muy bonita y empinada. De los edificios originales quedan ya muy pocos. El propio Balneario que ahora es un hotel de 5 estrellas y lo que ahora es el Casino. Pero han construido otros hoteles grandes y hay un proyecto de construir más cosas por allí.
Está el lago helado y precioso el paisaje que lo rodea. Es difícil caminar, ya que el suelo resbala por el hielo acumulado. Paramos en el refugio Piedra a tomarnos un refresco. Está a 1.636 m. de altitud y seguimos a -1,5º.
Nos hacemos unas cuantas fotos y nos bajamos a comer s Sallent de Gállego. Elegimos en la plaza un restaurante que se llama Maliche. Comemos muy bien y son muy amables y divertidos así como rápidos y eficientes. El dueño nos cuenta batallitas de la mili, ya que allí mandaban a muchísimos valencianos a cumplir el Servicio Militar .
De allí nos dirigimos a Lanuza, un pueblecito precioso al borde del pantano del mismo nombre. No se puede entrar porque lo están restaurando y construyendo nuevas casas. Es el típico caso de pueblos que se abandonan al construirse un pantano, pero en este caso no quedó sumergido y se quiere rehabilitar. Por cierto tanto este pantano como el que está más abajo, que es el de Bubal, están helados.
Volvemos atrás y comenzamos la subida al famoso puerto del Portalet (Vuelta ciclista a España). Llegamos hasta Francia y nos volvemos. Por el camino entramos hasta el pie de varias de las muchas pistas que tiene la Estación de Formigal. Ocupa muchos kilómetros de la carretera y está muy bien organizado. Cada cierto tramo hay un gran aparcamiento con su nombre correspondiente y acceso a los telesillas que suben a los aficionados a las pistas. Así la gente elige el tipo de pista que desea y no se aglomeran todos a la vez para subir a las alturas.
De bajada entramos en el pueblo de Formigal, que ha crecido un montón y está precioso.
De vuelta al Hotel paramos en Jaca a la búsqueda de una Farmacia, pues el constipado aumenta y hay que ponerle remedio. La zona central de Jaca la han peatonalizado toda y está muy bonita.
Llegamos al Hotel y nos llama la atención la enorme cola de muchos kilómetros que se ha formado en la bajada de las pistas. En Villanúa hay un control policial diario que ralentiza la circulación y hace que se haga pesada la vuelta al hotel de los esquiadores. A nosotros no nos afecta porque vamos en sentido contrario.
Nos tomamos lago en el bar para empezar el tratamiento anti-todo.
Nos subimos a descansar un rato y luego bajamos al pueblo a cenar a un restaurante que nos había llamado la atención, l’Anglesse,  donde habíamos reservado mesa, con muy buen criterio, esta mañana.
Vicente tenía antojo de comerse un chuletón de buey y lo cumplió. Cenamos muy bien. Estaba lleno y no paraba de entrar gente buscando mesa. Vemos un partido del Valencia, que lo gana. Volvemos al Hotel y hacemos las maletas y lo dejamos todo preparado para la marcha.


Domingo 4 de Enero de 2009

Desayunamos y bajamos el equipaje. Pagamos y nos vamos. Hoy luce el sol y la temperatura es de 0,5º. En el pueblo paramos a comprar pan recién hecho.
De camino hacia Valencia pasamos por zonas de intensa niebla y al coronar el puerto de Bonrepos nos encontramos con un denso y espectacular mar de nubes por debajo de nosotros, donde hay un montón de coches que lo están fotografiando. Están haciendo una autovia Huesca-Jaca-Pamplona y pasamos por zonas de obras y con bastante tráfico.
A medida que nos acercamos a nuestro destino las nubes van ganando terreno y se oscurece el cielo. Chispea a ratos.
Como hemos desayunado fuerte y no hay nada en la autovía para comer, decidimos no desviarnos.
Paramos en la Gasolinera de Santa Eulalia a repostar y estirar las piernas. Vicente compra unos refrescos y unas papas y nos encaminamos a Villarquemado. Mientras picamos las papas recorremos el pueblo entero para ver las diferencias de cuando Vicente iba de pequeño allí a veranear. La casa que ocupaban es ahora un alojamiento de turismo rural.
Tras revisarlo todo y recordar anécdotas de su infancia continuamos ruta hacia Valencia. Por el camino pasamos por el Puerto Escandón que está todo nevado.
Entramos en Valencia lloviendo un poco.
Es curioso, que pese a los malos pronósticos del tiempo, nosotros tuviéramos tanta suerte y no nos llovió más que a la salida y a la vuelta un poco. En Hecho nos dijeron que hasta el día antes de nuestra llegada estuvo lloviendo y nevando, con un frío pelón.
Nos ha encantado volver a ver los Pirineos en todo su esplendor. Ha sido un cambio de aires y vida total.
Lo bueno es que como lo hemos pasado muy bien, nos ha quedado un buen regusto para volver a la comodidad de la casa y el entorno.

 

Hasta el siguiente viaje.........
 


 

 
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