Esta región está considerada como cuna de las civilizaciones más antiguas del mundo. Los primeros vestigios de asentamientos se encontraron en Ugarit de una antigüedad de  6600 años A. de C. Por sus tierras pasaron un montón de pueblos desde los fenicios, acadios, hicsos, egipcios, los mitani, los hititas, los pueblos del mar, arameos, asirios, persas....
A la muerte de Alejandro Magno el imperio que había reunido se dividió entre sus generales y la parte sur de Siria le correspondió a Ptolomeo I y la parte norte a Seleuco I.
Pompeyo frustró las intenciones expansionistas de Seleuco I y convirtió el territorio en provincia romana. Esto favoreció su crecimiento en cuanto a la agricultura y el comercio.
El emperador Constantino se convirtió al cristianismo y por ello instituyó esta religión en todo el territorio. El imperio bizantino peligró con el ataque de los persas por el norte y de los árabes por el sur. A finales del siglo VII toda Siria era ya musulmana.
Su ubicación en la ruta de los peregrinos hacia La Meca la convirtió en el centro del imperio musulmán.
Con la llegada de los Omeyas se trasladó la capital a Bagdad y perdió toda su importancia cayendo en el olvido.
A principio del siglo XI  las principales ciudades sirias, debilitadas por las continuas luchas, fueron objeto de los ataques de los Cruzados. Pero los turcos encabezados por Nuredín y Saladino consiguieron desplazar de los territorios a los cruzados y comenzó su poder a principios del siglo XIII. Los mongoles irrumpieron a principios del siglo XV.
Hacia 1516 los turcos otomanos ocuparon Siria y Palestina donde permanecieron cuatro siglos.
Las zonas desérticas pertenecían a los beduinos.
Bajo el dominio turco las principales ciudades como Damasco y Aleppo se convirtieron en grandes centros comerciales, paradas obligadas en las rutas de las caravanas y en las peregrinaciones hacia La Meca.
En 1908 un grupo de Jóvenes Turcos progresistas se levantaron contra la decadencia del gobierno de la Sublime Puerta y se hicieron con el gobierno. En esta época se inició el genocidio del pueblo armenio, lo que todavía hoy suscita debates.
Durante la 1ª Guerra Mundial la región se convirtió en escenario de duros enfrentamientos entre los turcos, aliados de los alemanes y los británicos que hostigaban desde sus bases en Suez. En este ambiente se desarrolló la enigmática actividad del coronel británico T.E. Lawrence, más conocido por Lawrence de Arabia. Alentó, apoyado por los oficiales británicos, a las tribus árabes a unirse y hacerse con el control de Damasco y que el príncipe Faisal formara gobierno en 1918. Pero las intrigas políticas de los franceses y las traiciones obligaron al nuevo rey a exiliarse y en 1920 la Liga de las Naciones concedió a Francia el mandato de Siria y el Líbano.
La hostilidad hacia los franceses provocó levantamientos en 1925 y 1926 con los bombardeos de Damasco por parte de los franceses.
Los años previos a la 2ª Guerra Mundial se saldaron con intentos de independencia, elecciones generales y firmas de tratados que nunca se cumplieron. Francia prometió durante la guerra la independencia pero Siria no llegó a ser independiente hasta Abril de 1946, cuando se retiraron las últimas tropas.
Después de la independencia fue un ir y venir de gobiernos de diferentes signos hasta que un maestro cristiano Michel Aflaq fundó el partido Baaz.  Fue el gran impulsor del panarabismo laico lo que le hizo fusionarse con Egipto en 1958 bajo la presidencia de Nasser como la Provincia Norte de la República Árabe Unida. Tras un golpe de estado en 1961 recuperó su soberanía.
El nuevo régimen estaba bajo control militar y eso no les gustó hasta que el partido Baaz tomó el poder una vez más con Hafez al-Assad como nuevo integrante del partido.  Desde 1971 detentó el poder como presidente. Hubo un intento de unificación de Egipto, Siria e Iraq. Pero no llegó a buen puerto. Fueron unos años de grandes revueltas y sangrientos episodios hasta que en 1996 un nuevo golpe de estado y la autoproclamada ala radical socialista se hizo otra vez con el control del Gobierno. De nuevo fue presidente Hafez al-Assad.
Estaba previsto que su primer hijo Basil, preparado desde siempre para seguir los pasos de su padre continuara en el poder a su muerte, pero un guiño del destino hizo que muriera en un accidente de coche en 1994. Entonces su hermano menor, Bashar, que estaba en Londres estudiando oftalmología tuvo que regresar y comenzar sus estudios en la academia militar de Homs para sustituir a su padre en el año 2000, tras su muerte. Hoy sigue como Presidente.

Como hemos podido comprobar hay algo común a los dos países, y a todo Oriente Medio en general, y son los “mezze”. Es una enorme gama de pequeños entrantes que se sirven antes del plato principal. Los forman purés para untar como el “hummus” que es pasta de garbanzos y sésamo, el “baba ghanoug” o puré de berenjena ahumada, de habas, de cebolla, de pepino y yogurt;  ensaladas de todo tipo de verduras como lechuga, perejil, rúcula, pepino, tomate; encurtidos de cebolla, pepino, remolacha, guindillas, pimiento. Como condimento usan mucho el limón y el aceite de oliva.
De segundo plato se come pollo asado o guisado, cordero guisado o en brocheta y muy poco pescado.
El pan es pan de pita, sin miga, que lo sirven en triángulos que se abren por la mitad para rellenarlos de los “Mezze” o de carne y arroz, enrollarlo y comerlo.
Lo más relevante son los dulces de hojaldre con mucha mantequilla, miel y pistachos, piñones o algún otro fruto seco.

Todo lo ocurrido históricamente a Siria se le puede aplicar a Jordania, ya que en aquellos tiempos no había diferenciación entre los dos países, ya que su configuración actual es muy reciente. Comienza a diferenciarse cuando al principio de la Primera Guerra Mundial el heredero de la custodia de los lugares santos del Islam, jefe de la rama hachemí y descendiente del Profeta, Hussein ben Alí alentó la rebelión árabe contra los otomanos en 1916. Fue dirigida por sus hijos Abdullah y Faisal, con apoyo financiero y estratégico de los británicos y con el compromiso de que cuando acabase la guerra contarían con su apoyo político para conseguir la independencia árabe. Durante unos años hubo acuerdos, reuniones y documentos tratando de organizar el territorio árabe y  ver quien se quedaba cada zona.
Al término de la Segunda Guerra Mundial la ONU sugirió una repartición territorial que todos rechazaron excepto Abdullah ben Hussein que aceptó la adjudicación de Cisjordania a su reino Transjordano desde entonces, 1946, llamado Reino Hachemita de Jordania  Los demás lo consideraron traidor y lo asesinaron en Junio de 1951. Su hijo el emir Talal heredó el trono pero en Mayo de 1953 se vio obligado a abdicar por motivos de salud en su hijo Hussein, que apenas contaba con 18 años de edad.
En 1958 se proclamó la unión federal de Jordania e Iraq pero se disolvió muy pronto por el asesinato de su rey Feisal II, primo de Hussein. Entretanto Egipto intentaba derrocar la monarquía jordana, cosa que impidieron los británicos con una intervención militar.
Entre 1961 y 1964 recibió Jordania ayudas de Occidente lo que le permitió tener un desarrollo económico notable. Pero se produjeron problemas de orden público por las aspiraciones de la OLP de constituir un estado palestino. Tras la Guerra de los Seis Días, Jordania vio mermado su territorio perdiendo Cisjordania y Jerusalén. Otros episodios como el Septiembre Negro y la Guerra del Yomkipur no le sirvieron de nada para recuperar sus anteriores territorios.
En 1970 se llega a un acuerdo con Israel para el reparto de las aguas del río Jordán, la cuestión de los refugiados y los límites fronterizos
En 1974 veinte Jefes de Estado árabes reconocieron el derecho de  la OLP de representar a Palestina.
Durante la Guerra entre Irán e Iraq, Jordania apoyó a Iraq y Siria lo hizo a Irán.
En 1986 Jordania rompió los lazos con la OLP.
Durante la invasión de Kuwait en 1990, Jordania se mantuvo neutral. Pero la contienda hizo que más de 800.000 refugiados kuwaitíes cruzaran la frontera lo que provocó una crisis económica sin precedentes agravada por el regreso de 300.000 emigrados de Arabia Saudí y de otras naciones del Golfo.
En 1999, tras la muerte de Hussein, pasó a ser rey de Jordania su hijo mayor Abdullah, que se llevó una gran sorpresa ya que fue designado sucesor solo unas semanas antes de morir su padre. Hasta esa fecha había sido sucesor de Hussein su hermano Hassan. Su madre es la reina Muna, que fue la segunda esposa de Hussein, de origen inglés y su educación es por tanto occidental ya que estuvo muchos años estudiando en la Academia Militar de Sandhurst.
Su esposa la Reina Rania es un referente mundial con respecto al desarrollo de los más desfavorecidos, propugnando la educación por encima de todo para obtener un mejor desarrollo del país.

La gastronomía de los países árabes es similar y ofrece muy pocas diferencias. El inicio de las comidas es siempre con los ya archiconocidos “mezze” como entrantes: los purés de garbanzos, habas, berenjenas, cebolla,  el “fattush” yogurt con pepino y menta... y las ensaladas de perejil y menta con tomate, el “tabulé” que es trigo cocido con menta, tomate, perejil y cebolla...
De segundo por supuesto el pollo y el cordero, o bien guisado o en brochetas. Las de carne de cordero triturada se llaman “shish kebab” y las de  trozos de pollo con tomate y cebolla a la brasa se llaman “shish tawuq”.
También son muy conocidas las albóndigas de carne picada aderezada rodeadas de pasta de garbanzos y especias y fritas que se llaman “falafel”.
Otro plato conocido es el “waraq inab” que son las hojas de vid cocidas y rellenas de arroz y carne picada y envueltas, servidas solas o con una salsa.
Los pescados se consumen poco, sólo en Aqaba y en algunos restaurantes importantes en Ammán.
Mención aparte son los dulces elaborados con miel, coco, sésamo, especias, almendras, nueces, piñones y sobretodo pistachos. Suelen estar rodeados de hojaldre los “baklawah” rellenos de pistachos, almendra o frutos secos y aromatizado con un almíbar de rosas o de naranja.
Durante el Ramadán se consumen muchos “qatayif” que son como crepes fritos u horneados rellenos de frutos secos , especias, coco y quesos dulce, altamente energéticos.

La economía jordana está basada en los servicios, ya que no tiene prácticamente materias primas para exportar e ingresar divisas.
Su única riqueza son los fosfatos. Es el segundo productor mundial de fosfatos que se utilizan  para la fabricación de fertilizantes. India le compraba grandes cantidades y extraía el uranio que contiene en pequeñas cantidades y con el que obtuvo, fabricó su primera bomba atómica. Ahora ya hace lo mismo Jordania y utilizan el uranio para centrales nucleares. Por una tonelada de fosfatos se extrae un kilo de uranio.
A lo largo de la carretera vimos montañas y montañas de restos de las tierras tratadas después de extraído el fosfato.
En Jordania no hay ni una sola gota de petróleo. Antes tenía acuerdos con los países limítrofes para obtenerlo más barato pero estos acuerdos están finalizando. La gasolina está mucho más barata que en España: gasolina a 0.445 Euros y el gasoil a 0.41 Euros.
Otro tipo de negocio es la extracción de las sales minerales del Mar Muerto para medicina y productos cosméticos.
Ahora se está potenciando las “Free Zones” apoyadas por fondos gubernamentales e internacionales para el desarrollo de distintas actividades económicas e industriales. Estás zonas estatales se encuentran en Aqaba, y en los alrededores de Ammán y el aeropuerto. También las hay privadas sobre todo en Aqaba, sostenidas por empresas holandesas (industria química y plásticos) y japonesas y noruegas (fertilizantes).
El turismo es el gran reto que están librando. Por un lado hacer agradable la visita de los sitios históricos, lo que hace que estén limpios, bien comunicados y organizados. Por otro, potenciar el Mar Muerto con complejos hoteleros combinados con estancias médicas para tratamientos de piel. Y por último Aqaba, con grandes hoteles para disfrutar de las temperaturas cálidas cuando en otros lugares hace frío y la práctica de deportes náuticos como el snorkel y submarinismo, explotando la riqueza paisajística de los fondos del Mar Rojo.
La única zona fértil es el Valle del Jordán. Es la única zona del país donde hay explotaciones agrícolas con invernaderos de plástico y riego por goteo. Por esto pueden exportar todo tipo de verduras en invierno. También hay alguna plantación de cítricos, vid y olivo.
Hay pocos pero buenos vinos jordanos, de los que tuvimos la suerte de probar como el Sant George y el Monte Nebo.
Hace 40 años llovía mucho más. Hoy en día sólo llueve 4 o 5 días al año y de forma torrencial, con lo que no se puede aprovechar casi nada el agua de lluvia. Antes hasta nevaba en las montañas que rodean el Mar Muerto y con el deshielo se nutría con los arroyos que bajaban por las montañas. Pero eso ya no ocurre. 
Durante los años de finales de 1970 Jordania puso un gran empeño en preservar el medio ambiente y creó seis áreas naturales protegidas con un enorme interés paisajístico desde el desierto del Wadi Rum, pasando por los bosques de Ajlun hasta los 7 Km. de costa al sur de Aqaba que forma un Parque Marino.