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Conclusiones del Viaje

   
 

 

 

 

 

 

 


Conclusiones

 

 

Es un país tranquilo, de bellos paisajes y más bellas ciudades.
Es un país europeo, con una gran educación y en pleno desarrollo. Da gran sensación de seguridad allá por donde vas.
Destaca que en sus principales ciudades el medio de transporte más común es el tranvía en todas sus versiones o el trolebús. Praga tiene metro y además autobuses. Está bien comunicada con una red aceptable de carreteras muy bien señalizadas, así como las calles de las poblaciones.
Chequia no es sólo Praga. Por todas partes hay pueblos y ciudades que albergan palacios, castillos, casas antiguas de gran belleza, acompañado de un paisaje suave y lleno de agua por doquier.
Vale la pena perderse por su geografía. Se come bien, los platos son abundantes, aunque la cocina es un poco aburrida. Los precios fuera de Praga son bajos y sale muy barato comer.
Creo que a todos nos encantó Marianske Lazne y lo que menos nos gustó fue el crucero por el Moldava, tan turístico que pierde su encanto al comer de un bufet convencional y que la música no fuera la propia del país, sino tipo jazz. Además no nos iban diciendo por donde pasábamos, es decir, no daban ningún tipo de información.
Pilzen es una ciudad con mucha vida y animación y Cesky Krumlov es como volver al pasado, a pesar de la multitud de tiendas y restaurantes con encanto que ocupan la mayoría de los bajos de las casas de la ciudad.
Praga tiene mucho que ver y es una ciudad encantadora para perderse por sus calles, entrando en las mil galerías que tiene, sin dejar de observar los edificios que compiten en su belleza y colorido. Monumentos hay para no acabar, así como iglesias, sinagogas, palacios, museos, tiendas, teatros, jardines, restaurantes, hoteles, cafés típicos, etc.
Las compras más típicas son por supuesto el Cristal de Bohemia, las joyas con granates piropo y los títeres y marionetas.
El clima nos ha respetado bastante. Dos semanas antes de nuestra visita hizo un frio glacial. Llegamos con una buena temperatura. El cielo lo tuvimos desde radiante el día de Karlovy Vary  hasta que se nubló y comenzó a llover el día que vistamos Telc. El peor día fue el viernes que nevó, llovió, hizo frio y viento. Pero tuvo su encanto ver nevar y encontrar todo el paisaje blanco.
La compañía ha sido espectacular. Todo ha ido a pedir de boca. Cada uno se trabajó el viaje de alguna manera. Vicente y Luis prepararon la logística de hoteles, vuelos, etc. Yo me dediqué a elaborar un planning de visitas para todos los días y en cada sitio, recabando toda la información posible con libros, mapas e internet,  adaptándolo al clima que nos hizo cambiar el orden de lo planeado, incluyendo alguna actividad más. Amparo y Paqui recogieron información de las compañeras de trabajo que ya habían estado en Chequia para no perdernos nada. La conducción del monovolumen se la turnaron Vicente y Luis y la verdad, sin la inestimable ayuda de “Sergio”, no sé lo que hubiéramos hecho. Con el Copilot del teléfono de Vicente llegamos a todos los sitios sin problemas, dándonos información precisa de carreteras, calles, hoteles, restaurantes, etc.
Otra ventaja fue llevar la tarjeta de minusválido de Vicente, que nos permitió aparcar sin problemas en cualquier lugar, bien cerca del objetivo a visitar.
Antonio fue el cuidador de la retaguardia, la alegría de la huerta y encantado de la vida.
La pena fue el final del viaje por la actitud chulesca de los empleados de Iberia ante la demora de casi tres horas y el fastidio que eso origina. Hemos sabido después que esos dos mastuerzos de Iberia han sido amonestados y lo que allí ocurrió ha tenido mucha transcendencia en el Aeropuerto de Madrid.
Viajes así como el que hemos hecho son muy gratificantes, ya que te sientes dueño de tu tiempo y de tus gustos.
Lo volveremos a repetir.
Hasta la próxima......

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© 2011 Textos: Dulce Ballester. v.1.2